29/08/2024
En el vasto y apasionado universo del fútbol argentino, pocas figuras han dejado una huella tan particular y profunda como Ángel Cappa. Más que un simple director técnico, Cappa se erigió como un verdadero filósofo del juego, un pensador que defendió a ultranza una idea romántica y estéticamente atractiva del deporte. Su recorrido por los banquillos, marcado por momentos de brillo y otros de dificultad, siempre estuvo teñido de su inconfundible sello, un estilo que priorizaba el buen trato del balón y la búsqueda constante de la belleza en la cancha. Su paso más recordado, sin duda, fue con aquel Huracán del Clausura 2009, un equipo que, por su juego y la emoción que generó, fue bautizado cariñosamente como “Los Ángeles de Cappa”, dejando una marca imborrable en la memoria colectiva del fútbol nacional.

- Los Orígenes y la Etapa de Futbolista: Más Allá del Campo de Juego
- El Aprendizaje con el Maestro: La Etapa junto a Menotti
- Los Primeros Pasos en Solitario y el Regreso al Lado del Maestro
- La Aventura Española con Valdano: Un Período de Consolidación
- El Regreso a Argentina y el Clímax con “Los Ángeles de Cappa”
- Desafíos en Gigantes y el Final de su Trayectoria en Argentina
- La Filosofía de Cappa: Una Idea Innegociable
- Principales Clubes Dirigidos por Ángel Cappa en Argentina
- Preguntas Frecuentes sobre Ángel Cappa
Los Orígenes y la Etapa de Futbolista: Más Allá del Campo de Juego
Antes de convertirse en el reconocido estratega y pensador que es hoy, Ángel Cappa tuvo sus inicios en el fútbol como jugador. Surgido de las categorías inferiores de Villa Mitre, desarrolló toda su carrera profesional en el Club Olimpo, ambos clubes de su natal Bahía Blanca. En el campo, Cappa se desempeñaba principalmente como volante central, un puesto que quizás ya presagiaba su futura vocación por la organización y la visión del juego. Su talento lo llevó incluso a integrar el seleccionado de la Liga del Sur.
Sin embargo, la vida de Cappa nunca se limitó estrictamente al césped. Tras su etapa como futbolista profesional y antes de embarcarse de lleno en la dirección técnica, Ángel Cappa demostró una profunda inquietud intelectual, estudiando filosofía y psicopedagogía. Estas disciplinas, sin duda, moldearon su particular visión del fútbol y de la vida. Su compromiso no era solo académico; durante la Dictadura Militar en Argentina, Cappa, militante del Peronismo de Base, se vio forzado a exiliarse en España. Fue en ese período, específicamente en 1979 durante un partido entre la selección argentina y Países Bajos en Suiza, donde protagonizó un acto de valentía y denuncia al colocar una bandera con la leyenda «Videla Asesino» frente a las cámaras de televisión, un hecho que tuvo gran repercusión internacional y que lo marcó como una figura con convicciones inquebrantables.
El Aprendizaje con el Maestro: La Etapa junto a Menotti
La formación de Ángel Cappa como entrenador se gestó en España, donde se recibió y dirigió durante tres años a los juveniles de la Federación Castellana. Sin embargo, el punto de inflexión en su carrera llegaría en 1981, cuando se unió a la figura que él mismo reconocería como su gran maestro: César Luis Menotti. Esta alianza lo llevó a ser asistente técnico de la Selección Argentina durante la Copa Mundial de Fútbol de 1982, una experiencia invaluable a pesar de los resultados deportivos. Posteriormente, la dupla Menotti-Cappa se trasladó al F.C. Barcelona, donde cosecharon éxitos importantes. Juntos, conquistaron la Copa del Rey, la Copa de la Liga y la Supercopa de España en 1983, un período de gran aprendizaje y consolidación de una filosofía de juego basada en la posesión y el ataque, que Cappa adoptaría como propia.
Los Primeros Pasos en Solitario y el Regreso al Lado del Maestro
Motivado por la ambición de emprender su propio camino, Ángel Cappa se alejó de Menotti para asumir su primer desafío como entrenador principal en Argentina. Su debut se produjo en Banfield, donde tuvo dos etapas. La primera, en el Torneo Nacional B 1986-87, fue destacada, logrando el subcampeonato. Su segunda oportunidad con el Taladro, ya en Primera División, llegó a mitad de la temporada 1987-88, pero no pudo revertir los malos resultados previos y el club terminó descendiendo a Segunda División. Posteriormente, dirigió a Huracán en el Nacional B, sin lograr el ansiado ascenso a Primera.
Tras estas experiencias iniciales, Cappa volvió a unirse a Menotti en 1990 para dirigir a Peñarol de Uruguay. En el campeonato de ese año, el equipo finalizó tercero en la tabla general, lo que les permitió acceder a la Liguilla Pre-Libertadores, aunque no lograron la clasificación a la Copa Libertadores 1991. En abril de 1991, la dupla fue despedida del club uruguayo debido a malos resultados, dejando a Peñarol en la séptima posición.
La Aventura Española con Valdano: Un Período de Consolidación
En 1991, Ángel Cappa retornó a España, donde inició una fructífera colaboración como ayudante de campo de otro argentino de renombre, Jorge Valdano. Esta sociedad los llevó a trabajar en el Club Deportivo Tenerife y, posteriormente, en el Real Madrid. En Tenerife, su primera campaña fue crucial: llegaron al final del campeonato y lograron salvar al equipo del descenso, finalizando en el puesto 13. Las temporadas siguientes fueron aún más exitosas, con un quinto y un décimo puesto, pero lo que realmente quedó grabado en la afición de las Islas Canarias fue algo más trascendente: clasificaron al club por primera vez en su historia a la Copa de la UEFA y, en dos temporadas consecutivas, le arruinaron la liga al poderoso Real Madrid, un hito que aún se recuerda.
El excelente desempeño en Tenerife catapultó a Valdano y Cappa al Real Madrid. En su primera temporada al frente del conjunto merengue, lograron conquistar el título de la Liga, un logro significativo. Durante esta etapa, el cuerpo técnico también fue clave en el debut de varios juveniles prometedores, entre ellos figuras que se convertirían en leyendas como Raúl y Guti. Sin embargo, la segunda temporada en el Real Madrid fue menos afortunada; debido a una racha de malos resultados, Valdano fue destituido en el primer partido de la segunda vuelta, tras una derrota en el Santiago Bernabéu. Este ciclo, no obstante, consolidó la reputación de Cappa como un estratega con visión y capacidad para desarrollar talentos.
El Regreso a Argentina y el Clímax con “Los Ángeles de Cappa”
A partir de 1996, Ángel Cappa retomó su carrera como director técnico principal, alternando experiencias en España y Sudamérica. Dirigió a Las Palmas (Segunda División, 1996) y tuvo una segunda etapa en el Tenerife (Segunda División, 2000). En Argentina, su regreso se dio en 1998, al frente de Racing Club. En el Torneo Apertura de ese año, logró un meritorio tercer puesto, con una campaña basada en un juego ofensivo y atractivo, que empezó a perfilar su estilo en el fútbol argentino. Tuvo un breve paso por el Atlante de México en 1999, sin mayores éxitos, y luego en 2002, viajó a Perú para dirigir a Universitario de Deportes, donde consiguió el título del Torneo Apertura, venciendo en la final a Alianza Lima, con un plantel destacado que incluía a jugadores como José Guillermo del Solar. En 2003, regresó a Racing Club, pero en esta ocasión los resultados no acompañaron. Su carrera lo llevó incluso a Sudáfrica, donde en 2005 dirigió al Mamelodi Sundowns, obteniendo la Supercopa y la Charity Cup.
El Fenómeno de Huracán 2009: La Cima de una Idea
El punto culminante de la carrera de Ángel Cappa en Argentina llegó en 2008, cuando regresó a Huracán. Allí, forjó un equipo que quedó inmortalizado en la historia del fútbol argentino: “Los Ángeles de Cappa”. Este conjunto, con un juego ofensivo, dinámico y un exquisito trato de la pelota, cautivó a propios y extraños. Con jugadores como Javier Pastore, Matías Defederico y Mario Bolatti, Huracán se convirtió en el equipo sensación del Torneo Clausura 2009, desplegando un fútbol que era una delicia para los ojos. Alcanzaron el subcampeonato con 38 puntos, la mejor clasificación del club desde el histórico equipo de 1973. La definición del campeonato, contra Vélez Sarsfield, fue agridulce, con una derrota que dejó un sabor amargo pero no empañó la magnitud de lo logrado. La idea de Cappa, su convicción en el juego por el juego mismo, encontró en ese plantel la expresión más pura.
Lamentablemente, la salida de figuras clave como Araujo, Arano, Pastore y Defederico para el Apertura 2009, sumado a la imposibilidad de reemplazarlos con jugadores de similar nivel, afectó drásticamente el rendimiento del equipo. Cappa, fiel a sus principios, renunció en la fecha 15 de dicho torneo, con el equipo en los últimos puestos. En total, dirigió 40 partidos a Huracán en Primera División, obteniendo 53 puntos, pero dejando un legado que trascendió los números.
Desafíos en Gigantes y el Final de su Trayectoria en Argentina
Tras su memorable paso por Huracán, Ángel Cappa fue convocado para dirigir a dos de los clubes más grandes de Argentina, River Plate y Gimnasia y Esgrima La Plata, en momentos de gran dificultad institucional y deportiva.

River Plate: Un Intento por Recuperar la Identidad
En el Torneo Clausura 2010, Cappa asumió como entrenador de River Plate, un equipo que venía de una etapa convulsa. Bajo su dirección, el Millonario finalizó en el decimotercer puesto. En el torneo siguiente, el Apertura 2010, River tuvo un arranque prometedor, ganando tres partidos consecutivos y llegando a ser líder del torneo. Sin embargo, el equipo fue decayendo en su nivel de juego, acumulando una racha de siete partidos sin victorias (cinco empates y dos derrotas). Cappa fue destituido de su cargo una fecha antes del superclásico contra Boca Juniors, luego de una derrota 1-0 ante All Boys. Al momento de su despido, River Plate ocupaba el octavo lugar de la clasificación. En los 18 partidos que dirigió a River, Cappa obtuvo 27 puntos (7 victorias, 6 empates y 5 derrotas), logrando un 50% de los puntos disputados, un porcentaje que, curiosamente, fue el más alto de los últimos seis entrenadores que dirigieron al equipo antes de su histórico descenso en 2011, lo que subraya la complejidad del momento que vivía el club.
Gimnasia y Esgrima La Plata: Una Lucha Inconclusa
El 22 de diciembre de 2010, Ángel Cappa fue contratado por Gimnasia y Esgrima La Plata, otro club que peleaba por mantener la categoría. Sin embargo, su ciclo fue breve. Pasada la mitad del Torneo Clausura 2011, fue despedido a causa de los malos resultados que mantenían al equipo en la zona de descenso directo y promoción. Gimnasia, lamentablemente, terminó perdiendo la categoría tras jugar su tercera promoción en tres años, un desenlace doloroso para el club.
Su última experiencia como entrenador fue entre julio y diciembre de 2012, en la Universidad de San Martín de Perú. Cappa tomó al equipo en la posición trece y logró finalizar en la octava posición del Campeonato Descentralizado 2012, con 9 victorias, 7 empates y 6 derrotas en 22 partidos, quedando a solo un punto de clasificar a la Copa Sudamericana. Ante la intención del club de desprenderse de sus jugadores más importantes, Cappa dimitió de su cargo al finalizar el campeonato, fiel a su convicción de que un proyecto deportivo requiere estabilidad y un compromiso con la calidad del plantel.
La Filosofía de Cappa: Una Idea Innegociable
Ángel Cappa siempre se ha definido a sí mismo con una modestia que contrasta con la magnitud de su influencia: “Yo he sido un entrenador más del montón, pero siempre defendí una idea. Entonces no es que moleste como entrenador, sino por lo que digo, por el mensaje que doy, porque pongo en evidencia algo”. Esta frase resume la esencia de su figura: un estratega que trascendió la táctica para convertirse en un portador de un mensaje, un defensor de un estilo de fútbol que prioriza la inteligencia, la técnica y el juego asociado. Su virtud, según él, fue la de ser un “buen alumno”, siempre dispuesto a preguntar y aprender de los grandes maestros del fútbol, desde Ernesto Grillo y Humberto “Bocha” Maschio hasta Alfredo Di Stéfano, Adolfo Pedernera y Omar Sivori, sin olvidar la enseñanza fundamental de César Luis Menotti. Cappa siempre intentó ser “fiel y leal” a todo ese conocimiento y emoción que le brindaron estos íconos, buscando aplicarlo en cada equipo que dirigió, a pesar de que “algunas veces le fue bien y otras le fue mal. Pero siempre lo intentó”.
Principales Clubes Dirigidos por Ángel Cappa en Argentina
| Club | Período Más Destacado | Logros / Observaciones |
|---|---|---|
| Banfield | 1986-1987 | Subcampeón Torneo Nacional B 1986-87. |
| Racing Club | Apertura 1998 | Tercer puesto, juego ofensivo muy elogiado. |
| Huracán | Clausura 2009 | “Los Ángeles de Cappa”. Subcampeón, juego estético y ofensivo. |
| River Plate | Clausura 2010 - Apertura 2010 | Intentó revertir la mala racha, 50% de puntos. |
| Gimnasia (LP) | Clausura 2011 | Corto período, el equipo luchaba por la permanencia. |
Preguntas Frecuentes sobre Ángel Cappa
¿Cuál es la filosofía de Ángel Cappa como entrenador?
Ángel Cappa es conocido por defender una filosofía de fútbol ofensivo, de buen trato del balón, juego asociado y priorizando la estética y la inteligencia en el campo. Él mismo se define como un defensor de “una idea” más allá de los resultados, enfatizando la importancia de un estilo de juego que emocione y divierta.
¿Qué equipo fue conocido como “Los Ángeles de Cappa”?
El equipo de Huracán que dirigió Ángel Cappa en el Torneo Clausura 2009 fue bautizado popularmente como “Los Ángeles de Cappa”. Este sobrenombre se debió al fútbol vistoso, ofensivo y de gran calidad que desplegó el equipo, cautivando a la afición y a la prensa, y logrando el subcampeonato.
¿Dónde se desempeñaba Ángel Cappa como futbolista?
Ángel Cappa desarrolló toda su carrera profesional como futbolista en el Club Olimpo de Bahía Blanca, tras surgir de las categorías inferiores de Villa Mitre. Se desempeñaba como volante central.
¿Fue Ángel Cappa asistente de César Luis Menotti?
Sí, Ángel Cappa fue un importante asistente de César Luis Menotti. Trabajaron juntos en la Selección Argentina durante la Copa Mundial de Fútbol de 1982 y posteriormente en el F.C. Barcelona, donde lograron varios títulos. Cappa siempre ha reconocido a Menotti como uno de sus grandes maestros.
¿Cuál fue el mejor momento de la trayectoria de Cappa en el fútbol argentino?
El mejor momento de la trayectoria de Ángel Cappa en el fútbol argentino fue sin duda el Torneo Clausura 2009 con Huracán. A pesar de no haber conseguido el título, el equipo, conocido como “Los Ángeles de Cappa”, dejó una huella imborrable por su propuesta de juego ofensivo y estético, que generó admiración y se convirtió en un hito en la historia reciente del club y del fútbol argentino.
La trayectoria de Ángel Cappa en el fútbol argentino es la de un hombre de convicciones, que se atrevió a defender una idea del juego en un ambiente muchas veces dominado por el pragmatismo. Desde sus inicios como futbolista y su formación intelectual, pasando por su rol de asistente de grandes maestros y sus etapas como entrenador principal, Cappa siempre fue fiel a sus principios. Aunque sus ciclos no siempre estuvieron coronados con títulos, su legado reside en la huella que dejó en el campo y en la mente de quienes lo vieron dirigir y escucharon su mensaje. Hoy, alejado de los banquillos y desempeñándose como comentarista, Ángel Cappa sigue siendo una voz autorizada y un referente para aquellos que creen en el fútbol como una expresión de arte y pasión.
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